¿Sabés de dónde proviene el helado? ¿Cuándo fue la primera vez que alguien elaboró uno? Te lo contamos bevemente para que conozcas el origen de este riquísimo compañero del verano.

Cuando empieza a asomar el calor (pero también en épocas invernales) el helado nos acompaña endulzando momentos felices o encuentros. También es la comida ideal para refrescarnos.

En sus diferentes variantes – artesanal, industrial, hecho en casa- este alimento es y seguirá siendo amigo de caminatas por las veredas soleadas de nuestro barrio.

De hecho, ha alcanzado niveles de elaboración gourmet. ¿Lo sabías?

¿Cuándo y dónde surgió el helado?

Las primeras informaciones acerca del helado datan de hace miles (sí, leíste bien) miles de años atrás. Para ser más exactos 3.000, siendo su lugar de origen el Lejano Oriente.

Los chinos fueron los pioneros. ¿Sabés cómo lo elaboraban?  Utilizaban ingredientes a base de arroz, especias, leche y crema con hielo compactado.

Aparentemente, como estos ingredientes no eran fáciles de conseguir, solo las clases altas podían acceder a él.

Con el transcurrir del tiempo, los orientales lograron la mejor conservación del helado, perfeccionando el medio de transporte de este alimento. De esa manera, comenzó a expandirse a otros países y ciudades.

Así, ya en el Siglo XIII, en toda China se volvió popular este postre, antes tan selecto.

¿Cómo llega el helado a Europa?

Fue Marco Polo quien, habiendo viajado por Oriente durante veinte años, lo introdujo en Europa, a finales del Siglo XIII.  Más precisamente, en Italia.

Otras versiones acerca de su origen

De acuerdo a la opinión de otros expertos, el helado no se originó en China, sino que fueron los antiguos romanos los creadores del primer sorbete.

Para su elaboración, empleaban nieve, frutas y miel.

Parece que el emperador Nerón hacía que le llevaran nieve de Los Alpes para que le preparasen esta dulce bebida helada.

Más allá de esta rencilla de intelectuales sobre dónde y cuándo surgió el helado, lo cierto es que se popularizó en Italia, más específicamente en Florencia.  Fue en esta ciudad, en la que el arquitecto, escenógrafo e ingeniero militar Bernardo Buontalenti, que estaba al servicio de los Médici, inventó el “gelato”, el precursor del helado tal y como lo conocés hoy en día.

¿Sabías que los cocineros italianos guardaban celosamente la receta del helado? Sin embargo, los vendedores ambulantes de este sorbete la hicieron conocer y el secreto se hizo vox populi.

Para el siglo XVIII, las recetas de helados artesanales empezaron a incluirse en los libros de cocina.

¿Cómo llega el helado a la Argentina?

Los primeros helados llegaron a la Argentina a través de la zona de Cuyo y Noroeste, antes que al Río de La Plata, según la Asociación de Fabricantes Artesanales de Helados y Afines. Esto se debía a la presencia de las nieves andinas, en las cercanías.

En lo que respecta a Buenos Aires, la historia difiere, ya que el hielo, que es la materia prima principal para la elaboración del helado, fue introducido por un genovés de nombre Caprile, que importó barras de hielo envueltas en aserrín que traía desde los Alpes italianos.

Así comenzó la provisión regular de hielo hacia estas costas.

Sin embargo, la popularización del postre helado tuvo lugar, cuando el alsaciano Emilio Bieckert comenzó a fabricar en 1860 hielo en su cervecería, lo que permitió que el helado, sin ser masivo, se volviera algo de venta más frecuente.

Sin embargo, como leíste más arriba, el helado tal como lo conocemos hoy se lo debemos a la inmigración italiana, que lo importó desde allí.

De hecho, las dos primeras heladerías en Buenos Aires tuvieron dueños italianos: El Vesubio, fundada en 1902 por Alfonso Cositore, y Saverio, creada porFrancesco Saverio Manzo en 1909.

Seguramente ya te dieron ganas de comer uno, ¿por qué no te acercás a tu heladería amiga para disfrutar de un rico helado?