“La Paulina” estaba ubicada a dos cuadras de la estación del Ferrocarril Roca y perteneció a un inmigrante español muy recordado en el distrito.

Aunque no había llegado a ser nombrada como Patrimonio Histórico, en la práctica ya lo era. La antigua casona María Paulina, conocida por todos simplemente como “La Paulina”, era un punto de referencia para los vecinos de Monte Grande.

Con una antigüedad de 115 años, fue el hogar de Vicente Ramos, un inmigrante español muy recordado en el distrito. Y el motivo por el cual hay que contar todo en pasado es porque ya no existe más: fue derrumbada por una empresa constructora que, para colmo, había sido multada por el municipio debido a que trabajaba sin permiso, aunque igualmente decidieron seguir con la obra que estaban desarrollando y la tiraron abajo.

En la icónica esquina de Dardo Rocha y Dorrego, frente a otra edificación con historia -la del restaurante La Quintana- y a dos cuadras del Ferrocarril Roca, funcionó en el último tiempo el boliche “De Rocha”, que cerró en febrero de este año. Además de la infracción labrada desde la intendencia, la empresa recibió reclamos y advertencias de vecinos e historiadores locales, que les remarcaron el valor que tenía la casona.

Sin embargo, nada de eso los detuvo. Ante el hecho consumado, el municipio dispuso inmediatamente la clausura definitiva de la obra, precisamente por haber puesto en marcha la demolición tras el acta labrada que lo desautorizaba. “No queremos perder más propiedades históricas en manos del progreso, debemos concientizar en pos de resguardar nuestro patrimonio edilicio”, expresó una agrupación de historiadores por medio de Facebook.