Hacerse un tatuaje es una decisión que va a acompañarte toda la vida. Qué debés saber antes de hacerlo.

Tatuarse se ha transformado en una moda, por lo que las técnicas se han ido ampliando y la diversidad de ofertas es muy grande.

Antes de tatuarte por primera vez, es necesario que tengas muy en claro qué es lo que querés – de ello dependerá el artista que elijas- y saber que, a menos que luego te sometas a dolorosas sesiones de láser, es algo que te va a acompañar el resto de tu vida.

Te dejamos algunas aclaraciones para que tengas en cuenta.

Elegir el tatuador

Los tatuadores tienen su estilo y se especializan en distintos aspectos. Por ejemplo, algunos son mejores en retratos o caricaturas; otros, en letras, etc.

Por eso, antes de hacer una cita, conocé la especialidad de cada uno de ellos, a ver cuél es la opción que mejor va con vos.

Eso sí: los artistas más conocidos tienen lista de espera.

Originalidad

El camino más sencillo para tatuarse es buscar una imagen en internet y pedirle al tatuador que la reproduzca.  

Sin embargo, esto implica que muchas personas llevarán el mismo tatuaje que el tuyo.

Te aconsejamos buscar una idea original o pedirle al artiste que hayas elegido que haga una reinterpretación distinta de la imagen que deseás.

Cuáles son los riesgos

Los tatuajes implican que haya agujas en tu piel, así que el mayor riesgo viene de la utilización de agujas contaminadas que puedan contagiarte enfermedades tan complejas como el VIH o la hepatitis.

Los tatuadores profesionales utilizan equipo esterilizado y agujas nuevas (desechables) con cada cliente.

Otro de los riesgos es desarrollar una reacción alérgica al pigmento utilizado. Esto no necesariamente pasa de inmediato, sino que puede tomar días en desarrollarse e ir desde un pequeño sarpullido rojizo hasta una herida abierta que se infecte.

¿Tatuarse duele?

Tatuarse es una experiencia dolorosa: la sensación es incómoda y puede llegar a ser bastante dolorosa, dependiendo del lugar en el que quieras realizarte el tatuaje.

OJO: las zonas cercanas al hueso son las más sensibles al dolor.

Además del dolor, después se te va a empezar a formar una costra que puede dar comezón, pero debes resistir el impulso de rascarse.

El cuidado del tatuaje

Si la piel tatuada se siente seca, es bueno aplicar una loción neutra e hipoalergénica, a base de agua o crema.

CUIDADO: la vaselina no es lo más recomendable, ya que puede hacer que la tinta se corra o causar una reacción alérgica.

Es muy importante además proteger la zona tatuada del sol, ya sea evitándolo, cubriéndose o utilizando un protector solar con factor 30 o superior.

Estos consejos te van a ayudar a tomar la decisión correcta para vos.