¿Cuáles son consideradas las tortas más ricas de nuestro país? Te invitamos a este dulce recorrido.

No importa si sos goloso o no lo sos, hay ciertas tortas que marcaron la historia gastronómica de nuestro país y que nos representan como nación.

Es decir, hay una especie de línea temporal signada por la dulzura dentro de nuestra historia.

¿Querés conocerla?

LEGUISAMO

Por un lado, este postre se relaciona con la figura emblemática de Carlos Gardel.

Como el cantor de tangos era fanático del turf, se hizo amigo del jockey uruguayo, Irineo Leguisamo. Tal es así que le dedicó un tango, llamado “Leguisamo solo” y, de acuerdo a la leyenda pastelera,  quiso también homenajearlo con un postre único.

La Confitería “El Molino” se asocia a esta anécdota: Gardel era habitué de este lugar  y a principios de los años 30 le pidió a su fundador que inventara un postre para agasajar a Leguisamo.

Otra vertiente de la leyenda cuenta que la torta se hizo, por primera vez, en la confitería “Las Violetas”.

Un día, Irineo visitó el lugar y el dueño le ofreció prepararle una torta exclusiva para él. Además, sabiendo que al jockey le gustaba el dulce de leche, le puso este ingrediente a una base de pionono y le agregó merengue, marrón glacé, crema de almendras y hojaldre con cobertura de fondant. Otro sello distintivo aquí es el apellido del homenajeado en letras de chocolate.

IMPERIAL RUSO

Este postre tan nuestro,  a pesar del nombre que remite a latitudes lejanas, se originó en la Confitería Del Molinoinaugurada en 1917, y con linaje pastelero: uno de sus dueños, el inmigrante italiano Cayetano Brenna, como toda la familia, se dedicaba en su país de origen a la fabricación del popular panettone.

Se trata de una torta a base de discos de merengue, que fue bien recibida por el público del lugar.

Según cuentan, fue llamado así por la fecha de la Revolución Rusa, que coincide con el año de la apertura de este lugar emblemático de la ciudad.

La receta es bastante simple: básicamente, lleva abundante merengue estilo francés, relleno con crema de manteca y almendras. En algunas versiones, admite el complemento de frutas al gusto.

ROGEL

El nombre de esta emblemática torta proviene, según la historia, de una mujer llamada Rogelia, que, en los años 50, preparaba y vendía tortas a sus vecinos, en el barrio de Palermo.

Al morir, su esposo vendió al matrimonio Ricardo y Charo Balbiani  todo los elementos con que se fabricaban sus productos. Incluso, les regaló el nombre “Rogel”.

Los Balbiani mejoraron el postre estrella en base a una antigua receta holandesa: más capas de masa y un dulce de leche más firme, pero conservaron el nombre y lo registraron. 

Esta torta tan característica en la mesa de los argentinos consta de Ocho capas de masa, dulce de leche entre ellas y cubierta con copos de merengue italiano.

CHOCOTORTA

Increíblemente, esta torta surgió como una idea publicitaria. Su inventora fue Marité Mabragaña, quien era creativa publicitaria, allá por el año 1982.

Ella tenía, en ese entonces, dos cuentas a cargo: Chocolinas y Mendicrim. Entonces, pensando en qué más podía ofrecerles a sus clientes, pensó en mezclar ambos productos con un toque de dulce de leche.

Casi 40 años después, la torta sigue estando presente en la mesa de muchos cumpleaños.

Cuatro tortas que hicieron historia en nuestras mesas y que seguirán siendo parte de nuestra idiosincrasia.