Claves para entender este mal, que sufren cada vez más los niños y adolescentes
El negocio de los videojuegos ha crecido de manera exponencial en los últimos cuarenta años.
Hoy se trata de un producto que puede estar al alcance de todos y se convirtió en parte integrante de nuestra cultura.
Sin embargo, dicho crecimiento ha traído consigo una consecuencia negativa: los jugadores o “gamers” sienten la necesidad de pasarse horas y horas frente a la consola, dejando de lado otras actividades e intereses de su vida diaria.
Esta adicción fue detectada por la OMS (Organización Mundial de la Salud) y catalogada como un trastorno de la conducta, a pesar de la queja de la industria de los videojuegos.
Es muy importante que, como padres, logremos identificar aquellos signos o señales que permiten saber si nuestros hijos sufren de adicción a los videojuegos.
¿Cuáles son los signos que manifiestan este trastorno de conducta?
El deseo de jugar va in crescendo
A pesar de tener conciencia de que pasar tantas horas frente a la pantalla es dañino para su salud, el jugador compulsivo va a desarrollar una necesidad creciente de seguir jugando.
Jugar, prioridad uno
Un signo claro de la adicción a los videojuegos es a que los adolescentes o niños no les importa saltearse horarios de comida ni de otras actividades, como bañarse o dormir, con tal de quedarse jugando.