Definir el color de un espacio es fundamental, ya que no solo refleja nuestra personalidad sino que, muchas veces, influye en nuestro estado de ánimo.

¿De qué color pintar los dormitorios? ¿Y la cocina? ¿Y el escritorio?

Elegir el color de pintura adecuado para cada ambiente no es una tarea muy sencilla, sin embargo existen infinidad de variantes que nos ayudan a determinar cuál es el más adecuado, teniendo en cuenta la personalidad,  el estilo de vida de cada uno, etc.

Dormitorios principales: ¿cuál es la mejor combinación de colores?

Las combinaciones pueden ser muchas, por eso, al momento de elegir, se tiene que tener en cuenta qué queremos lograr con ese espacio: relajación, estímulo, etc.

Te dejamos algunas opciones para que tengas en cuenta:

Color menta: La combinación de tonos pastel, lima, turquesa y un blanco que sirva de contraste hará de la habitación en pareja un espacio fresco y relajante por igual.

Estimulación de los sentidos: el azul es el color ideal para crear un ambiente relajante. Sin embargo, si lo combinás con el rojo de una forma sutil, añadirás un toque de picardía en la habitación. No olvides aportar el blanco o un color hueso para suavizar los matices y crear una atmósfera veraniega.

Atmósfera sosegada: la combinación del color azul, junto con el lavanda y el blanco parece, a primera vista, una combinación más femenina. No obstante, también se adapta perfectamente a un estilo masculino, sereno y sosegado. Si tu pareja tiene un trabajo especialmente estresante, las paredes en azul, acompañadas por accesorios y textiles en blanco y lavanda la ayudarán a sosegarse cuando regrese a casa.

¿Y los cuartos de los niños?

Los colores que elijas para el cuarto de los chicos y chicas más pequeños es fundamental, ya que influyen significativamente en su desarrollo y estímulo visual.

¿Cuáles son las combinaciones más acertadas para ellos?

Verdes
Los verdes son claves para el desarrollo emocional de los niños. Estimulan la actividad del lóbulo cerebral izquierdo y ayudan a reducir la tensión.

Sin duda, son una opción excelente para incentivar la vida interior de tus hijos y favorecer la expresión de sus emociones.

Naranjas
Los naranjas ayudan  a tonificar la mente de un niño especialmente inquieto, sin que por ello deba perder la vitalidad propia de un recién nacido.

 Este color ayudará a que tus hijos superen sus miedos, se estimule su apetito y conviertan su hiperactividad en un estado de constante alegría.

Blanco y azules equilibrados
El blanco y los azules pueden convertirse en elementos purificadores y relajantes en el hábitat de los niños.

Combinalos con otros colores para aportar estabilidad.

Estas son algunas opciones que podés tener en cuenta a la hora de pintar. Recordá no perder de vista la personalidad de cada uno y qué es lo que se quiere lograr en cada ambiente.