Te brindamos algunas recomendaciones para actuar rápidamente, en caso de mordedura.
Cuántas veces nos hemos acercado a un perro que parecía amigable y este, tal vez por miedo, nos hincó el diente.
O nuestra propia mascota ha lastimado a uno de nuestros familiares o vecinos.
Ante estos casos, es preciso actuar de manera tranquila pero con precisión.
Te damos algunos consejos para que pongas en práctica, en caso de que sufras una mordedura de perro.
¿Qué hacer si un perro nos muerde?
Dejá sangrar la herida
Si la mordida hace que sangre la herida, dejá que la sangre fluya durante unos segundos. Esto permitirá que se vayan algunas bacterias de la zona afectada. Es muy importante este paso, así que tené paciencia y no te desesperes.
Lavate con agua y jabón
El agua limpiará la herida de la saliva del animal, mientras que el jabón removerá las bacterias. Si tenés agua oxigenada, podés tirarla sobre la zona dañada. Nunca emplees alcohol puro para higienizarla.
Presioná con un trapo limpio
Con un paño limpio, hacé presión sobre la herida para que ya deje de sangrar. OJO: es muy importante que el trapo que uses esté impecable para que no contenga bacterias que puedan infectar la zona de la mordedura.
Si a los 10 minutos aproximadamente sigue sangrando, debés acercarte a un centro de emergencia médica.
Cubrí la herida con gasa y venda
Antes de cubrir la herida con una gasa y una venda, aplicá sobre la herida algún producto antibiótico.
Curá la herida a diario
Es necesario que el área afectada sea curada todos los días hasta que sane completamente. No te dejes las gasas de la primera vez durante mucho tiempo, sino que tenés que cambiarlas a diario para mantener la zona bien higienizada y no se infecte.
Consultá con tu médico
Luego de aplícate estos primeros auxilios, es imprescindible que consultes con un médico acerca de la herida, ya que muchas mordeduras traen aparejadas enfermedades, como la rabia.
Si te toca ir al hospital porque a tu hijo le mordió un perro, lleva su cartilla de vacunación. Si el perro es conocido, pide a su dueño que también muestre las vacunas que le han aplicado.
Actuar rápido, en estos casos, es fundamental para evitar daños peores.
