Una multitud de cenotes se encuentra en la Península de Yucatán. Una belleza natural inexplicable.

¿Qué sabés de los cenotes? ¿Alguna vez escuchaste hablar de ellos?

Ubicados en la Península de Yucatán, en un rincón del mundo, donde la naturaleza juega con los colores y la abundancia de la vegetación, los cenotes eran considerados -antiguamente- como las puertas al inframundo.

Te contamos un poco más sobre ellos para que la fascinación y la magia de tiempos ancestrales, se haga un lugar en tu corazón.

¿Qué misterios encierran los cenotes?

En primer lugar, te contamos que el término “cenote” proviene del maya “dzoonot”, que significa “caverna de agua”.

Para esta antigua civilización, los cenotes eran de gran importancia, ya que representaban una puerta al inframundo, mejor conocido como Xibalbá.

En este lugar mítico, habitaban no solo los dioses, sino también los antepasados y seres sobrenaturales.

Debido a que eran portales hacia el otro mundo, los cenotes eran utilizados para hacer sacrificios y ofrendas a los dioses que habitaban más allá de esas puertas de agua.

En la actualidad, se han localizado 21 piezas de cerámica correspondientes al Posclásico temprano (800-1200 d.C) en el cenote que se encuentra en Chichén Itzá.

¿Cuál es el secreto de su formación?

La formación de la Península de Yucatán está relacionada con el Anillo de Chicxulub.

Éste está constituido por una cadena de cenotes, que están ubicados en semicírculo. De acuerdo a estudios, forman el borde del impacto dejado por el asteroide, al que se le atribuye la extinción de los dinosaurios hace 70 millones de años.