Trasplantar es una tarea que hacemos frecuentemente. Pero… ¿realizamos bien esta tarea?

Cuántas veces nos animamos a trasplantar una planta, pensando que se trata de una tarea sencilla.

Sin embargo, no lo es tanto, ya que hay que tener en cuenta distintos elementos para hacerlo de manera correcta y no solo preservar la belleza y buen crecimiento de la planta sino su  salud.

¿Cuáles son los pasos indicados para trasplantar? Te lo contamos brevemente para que ayudes a tus plantas a estar mejor.

¿Por qué se debe trasplantar?

Existen múltiples motivos para trasplantar.

Uno de los más frecuentes se relaciona con un deseo estético del dueño o dueña de la planta. Es decir, con las ganas de aplicar ciertos criterios de paisajismo al balcón o jardín de la casa.

También el trasplante se puede deber a la necesidad de mejorar la vida de la planta, ya sea para fomentar su crecimiento o renovarle el sustrato.

Cualquiera sea la razón, hay determinados ítems que debés tener en cuenta a la hora de trasplantar.

Te damos el paso a paso, para realizar el trasplante correctamente.

¿Cuánto conocés a tu planta?

No es broma: el universo vegetal es muy variado en cuanto a plantas de interior y exterior.

Por otro lado, hay plantas que toleran muy bien ser trasplantadas y otras que no, por lo que el trasplante debe hacerse a la perfección para no arruinarlas.

¿Qué sustrato emplear?

Hay distintos tipos de sustrato (no se trata de tierra simplemente), que responden a las necesidades específicas de diversos tipos de plantas. Por eso no hay que tomarse a la ligera esta primera elección.

Los distintos sustratos no solo buscan cubrir las necesidades nutricionales de los distintos tipos de plantas. También ayudan en aspectos tan importantes como el enraizado, el color de las hojas o, incluso, el drenaje.

¿Cuándo trasplantar?

Se trata de una información vital para tu planta. No podés trasplantarla en cualquier momento del año, porque eso sería muy perjudicial para ella.

La tarea debe llevarse a cabo antes de que se inicie su época de crecimiento o floración. De esta manera, le vas a garantizar tener un sustrato con nutrientes renovados para afrontar la temporada con energía nueva.

También es importante tener en cuenta las temperaturas a la hora de trasplantar; cerciorarse de que son las adecuadas. Es por eso que hay que evitar (salvo raras excepciones) trasplantar durante los meses fríos.

Por último, tené presente el momento del día: lo ideal es hacerlo en las horas en que el calor decae, para evitar que el sol dañe a la planta en el momento de su trasplante.

La elección del espacio: clave para el crecimiento de la planta

Otro elemento a tener en cuenta es el lugar. Si vas a trasplantar directamente en el jardín, tenés que revisar que nada impida el crecimiento de la planta. Es decir: revisá si en capas inferiores hay piedras que le impidan un correcto desarrollo.

Además, es esencial comprobar que el drenaje es correcto y que la tierra lo facilita.

Ahora, si vas a trasplantar en una maceta, es importante que conozcas los distintos tipos y cuál es la más adecuada para tu planta.

Prepará las raíces

Como vas a trasplantar, estaría bueno que revises el estado de las raíces.

En primer lugar, tené mucho cuidado al sacar la planta de la maceta, para no estropearlas.

Si se trata de una planta que está en tierra, tendrás que seleccionar un cepellón de buen tamaño alrededor de las propias raíces para evitar que se estropeen.

De paso, podés desenredar las raíces, en caso de que lo estén.

Por último, si les falta hidratación es momento de que las humedezcas, antes de iniciar el trasplante. Estos son los pasos adecuados para llevar la tarea a buen puerto y que tu planta goce de una buena salud por largo tiempo.