La limpieza de cutis es una costumbre necesaria para mantener la piel fresca. ¿Cómo hacerla adecuadamente?

Si tu objetivo es tener la piel del rostro fresca y luminosa, es necesario mantener la costumbre de realizar una limpieza diaria.

No es imprescindible que recurras a un profesional para realizarla, hay trucos caseros para que vos misma puedas hacerla.

Sacar los puntos negros, los granitos, eliminar impurezas es posible si seguís los consejos que te damos a continuación.

Tener una piel maravillosa es cuestión de voluntad y perseverancia.

Limpieza de cutis casera, ¿cómo hacerla?

Lo ideal es hacer la limpieza de cutis una vez por mes.

Acercarte a un centro profesional es óptimo, sin embargo, muchas veces, no tenemos tiempo ni dinero para hacerlo.

Entonces, es bueno tener las herramientas para poder hacerlo en tu casa, de manera segura y efectiva.

Te damos el paso a paso.

Agua y jabón: El primer paso para realizar la limpieza es quitar las impurezas con agua y jabón.

Sacate los restos de maquillaje sin olvidar el contorno de ojos. Lo más aconsejable es demaquillar las pestañas y, luego, seguir con el resto del rostro.

Abrir los poros con vapor: Este paso es importante para que, posteriormente, los productos que utilices penetren mejor el cutis.

Exfoliante: Usá un producto exfoliante, masajeando de manera circular con un algodón, sin presionar. El masaje debe ser más fuerte en la parte de la frente, la nariz y la barbilla.

Por el contrario, evitá el contorno de ojos y labios.

¿Para qué sirve el exfoliante? Su función es ayudar a remover las células muertas, puntos negros y granitos.

¿Con qué se realiza la exfoliación? Se hace con un producto granulado o químico. Vos elegís.

Sacar granitos y puntos negros: Para quitar los puntos negros o granitos, tenés que emplear algodón limpio. Sacá los puntos negros más visibles y hacé una leve presión en la zona, donde se encuentran.

En relación con los granitos, vas a tener que apretar más fuerte ( evitá el uso de las uñas, aunque estén limpias).

No insistas con aquellas impurezas que se resisten y tratá de que no sangre la zona.

Al terminar, hacé abluciones con agua templada en el rostro.

La hora de la mascarilla: Hay mascarillas con distintas propiedades: calmantes, antiinflamatorias y bactericidas.

 Algunas son hidratantes, otras anti-arrugas, otras para pieles grasas, para pieles sin luminosidad o anti-manchas. Es necesario las instrucciones de la que uses y cuando terminás retira la mascarilla con un pañuelo o con una infusión de manzanilla templada, casi fría empapada en un algodón.

 Vuelve a hacer abluciones con agua sobre el rostro.

Cerrá los poros: Terminaste con la mascarilla. Ahora hay que cerrar nuevamente los poros con un tónico. También podés usar té verde, un tónico natural de alto poder astringente.

Hidratación: El paso final es realizar una buena hidratación. Tené presenta cuál es tu tipo de piel (grasa, seca o mixta) a la hora de elegir el hidratante.

De manera fácil y rápida, podés mantener la piel de tu rostro bella y siempre juvenil.

Eso sí: preguntá cuáles son los productos adecuados a tu tipo de piel.