La adolescencia es una etapa problemática. ¿Qué debemos hacer como padres para llevarla lo mejor posible?
¡Ahhh, la adolescencia…! Esa etapa de la vida en que entran en juego muchos deseos y frustraciones.
Ese momento en que nuestros hijos e hijas se creen adultos pero todavía reaccionan como niños.
Ser adolescente no es fácil. Y ser padres y madres de adolescentes, tampoco.
Te acercamos algunos consejos para que la relación entre ustedes sea mejor y más llevadera.
Aprender a enseñar: clave para el buen entendimiento
Los adolescentes comienzan a exigirnos más derechos y libertades, sin tomar real conciencia de si eso que exigen trae aparejados riesgos o no.
Es entonces que nosotros, como adultos, debemos encontrar el equilibrio justo entre derechos y deberes.
Por ejemplo:
Pueden salir durante el fin de semana, siempre y cuando hayan cumplido con sus tareas escolares.
Deben atenerse a la hora establecida para el regreso.
Si no cumplen esta condición, se les deben quitar ciertos privilegios, para que aprendan a cumplir con la parte de su trato.
Hay que hacerles entender que tienen que responsabilizarse de sus estudios y de sus acciones y de las consecuencias que estas acciones acarrean.
Es decir, tienen que aprender que el mundo de los adultos, del que están empezando a formar parte, se rige por una serie de exigencias y de libertades.
Mejor que el castigo es reforzar la autoestima
Muchas madres y padres castigan o sancionan a sus hijos adolescentes con frecuencia. Y es un grave error para la construcción de la autoestima de nuestros hijos.
De nuevo, en este aspecto, hay que mantener el equilibrio.
Vamos a ver otro ejemplo: nuestro hijo o hija llega con una mala nota del colegio. Ante esto, reaccionamos retándolos, señalándoles que son vagos y que no van a llegar a nada en la vida, si les ocurre eso.
Este tipo de respuestas lo único que hacen es despertar en ellos sentimientos negativos, indefensión y puede generarles problemas de autoestima.
La mejor opción es sentarse con ellos y preguntarles qué pasó y darles confianza. Afirmarles que confiamos en ellos y que sabemos que la próxima vez les irá mejor, ya que tienen la capacidad para lograr el objetivo.
Hay que ofrecerles estrategias y, fundamentalmente confianza en lugar de sanciones y reprimendas constantes.
Comunicarse, el puente que nos une
Es fundamental encontrar siempre un momento del día para hablar con ellos, preguntarles cómo les fue durante el día. Instarlos a que nos cuenten, si se sienten mal o tienen un problema.
Este tipo de diálogo refuerza la comunicación y abre la puerta de la confianza.
Es decir, es importante que sepan que en nosotros tienen un apoyo y no un enemigo.
Te damos los siguientes consejos para lograr una buena comunicación:
Intentá evitar que pasen todo el día dentro de la habitación y controlá el tiempo que pasan rente a la Pc.
Evitá que se aíslen del resto de la familia.
A la hora de la comida, apagá la tekevisión y charlen.
Preguntale por sus gustos, sus intereses, sus amigos.
Estos son algunos consejos para que la relación con tu hija o hijo adolescente fluya y sea una etapa en la que puedas más bien acercarte y no alejarte: están intentando entrar al mundo complicado de los adultos y no es fácil. Recordalo.