¿Cuánto sabés del estornino, esa hermosa ave que nos maravilla con su plumaje brillante?

¿Sabías que en los Lagos de Palermo habitan 190 especies diferentes de aves?

Es decir, además de ser un recurrido turísitico habitual para nosotros y extranjeros, se ha convertido en una verdadera reserva de pájaros.

Y dentro de esas variadas de especies, hay una en particular. Una especia que nos maravilla con su plumaje negro, azulado o verdoso. Se trata del Estornino Pinto.

Te contamos un poco más de esta ave tan característica nuestra y que trae, además de belleza, algunos problemas de interacción con las personas.

¿Cuál es su origen y cómo llegaron a Argentina?

Estas aves proceden de Europa y Asia.

Se cree que llegaron a la Argentina a fines de los años 80, introducidos por vendedores ilegales de aves exóticas, que, al no poder ubicar a todas los pájaros en el mercado, los liberaron.

Fue en la localidad de Bernal, en donde fueron avistadas las primeras parejas de estorninos.

Actualmente, tres décadas más tarde, ocupan gran parte de la llanura pampeana.

¿Por qué se multiplicaron descontroladamente? Por dos factores: primero, carecen de predadores naturales, ya que es una especie exótica; segundo, tienen una gran capacidad reproductiva.

Otra de las razones para su propagación se debe a la adaptabilidad de su dieta: pueden comer desde insectos hasta basura generada por los humanos.

Los estorninos, esa mágica plaga

Aunque no puedas creerlo, estas aves que nos maravillan con sus colores, su canto enloquecido y sus bailes llamativos, se han convertido en una verdadera plaga.

Y no solo en Argentina, también en los Estados Unidos se tomaron iniciativas para contener la presencia de estas aves, que generan inconvenientes en varios ecosistemas.

¿Cuál es el daño que producen?

En Argentina, apenas los estorninos detectan un tambo o un feedlot, se abalanzan sobre los alimentos y, en pocos minutos, un manto negro cubre la zona.

Una vez que se retiran, queda todo blanco: esto se debe a que cubren todo con sus heces.

Por otro lado, no son buenos cohabitando con otras aves.

En los Bosques de Palermo se manifiestan con una conducta más bien agresiva hacia sus pares.

Se mueven en grupos y, al bajar de los árboles, los demás pájaros huyen.

Julio Milat, director del Museo Ornitológico de Berisso, señala: «Son un poco como

‘barrabravas’, ya que no sólo compiten con las especies autóctonas por el alimento sino

también por los espacios de nidificación; y no encuentran barreras naturales, porque las aves

rapaces que se alimentan de palomas no suelen atacarlos porque no están acostumbradas».

Ojalá te sirva esta nota para conocer un poco más el ecosistema de tu ciudad.