La bicicleta se ha transformado en un medio de locomoción esencial para muchas personas, por eso hay que saber cuidarla.

Como medio de locomoción cada vez más importante, es fundamental que sepas qué cuidados debés tener con tu bicicleta para evitar las visitas frecuentes a un taller especializado.

Además, un mantenimiento regular  va a garantizar la “salud” de tu rodado.

Limpieza: un cuidado esencial

Se trata de una de las tareas de mantenimiento más básicas para tu bicicleta y que podés realizar vos mismo sin ningún problema.

Por otro lado, es el primer paso para evitar el deterioro de sus componentes.

Además de mantener la bicicleta brillante, la limpieza y lubricación adecuada también protege las partes del desgaste y evita que el óxido y la corrosión aparezcan. Es recomendable utilizar un limpiador específico para bicicletas.

¿Cómo anda de la presión?

Estar atento a la presión de los neumáticos es un factor muy importante para garantizar la calidad de tu bicicleta.

Si la presión es muy baja, el esfuerzo para mantener la velocidad de tu rodado será mucho mayor que si tuviera la presión adecuada.

Recordá que la rueda trasera debe tener más presión, ya que soporta más peso que la delantera. La presión indicada está indicada en el neumático, donde aparece la presión máxima y mínima.   

 Los frenos: atención siempre

Siempre hay que asegurarse de que los frenos funcionan correctamente, antes de cada salida, no solo por tu seguridad sino por la de los restantes ciclistas.

Probalos, tirando y sosteniendo las palancas para corrobar su buen funcionamiento.

Fijate que las pastillas de freno toquen correctamente el disco: primero la parte delantera de la pastilla, luego completa.

Los rotores deben estar limpios para evitar la contaminación y la disminución del rendimiento de frenado. Utilizá unlimpiador de frenos para lograr buenos resultados.

Tuercas y pernos, bien ajustados

La bicicleta y todas sus piezas están unidas por muchos tuercas y tornillos.

Mantener el rodado apretado es crucial para que no se desarme en medio de la ruta, por ejemplo. También para evitar accidentes.

La manera más sencilla de mantener las piezas intactas es revisarlas semanalmente.

Una forma de comprobarlo es hacer rebotar la bici en el suelo y estar atento a los tornillos o tuercas sueltos.  

Al apretar tuercas y pernos, asegurate de consultar con el manual del fabricante las especificaciones de torque correctas. Un apriete insuficiente puede provocar ruidos chirriantes mientras conduce, mientras que un apriete excesivo generará daños físicos.

IMPORTANTE: No olvides llevar tu bicicleta al taller, si notás problemas ajenos a tus conocimientos.